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Síndrome piramidal tratamiento farmacológico
Causas del síndrome piramidal
El síndrome piriforme es un dolor y entumecimiento en las nalgas y en la parte posterior de la pierna. Se produce cuando el músculo piriforme de las nalgas presiona el nervio ciático. Este síndrome, que afecta más a las mujeres que a los hombres, es poco frecuente. Pero cuando se produce, puede causar síntomas de tipo ciático.Causas
El músculo piriforme interviene en casi todos los movimientos que se realizan con la parte inferior del cuerpo, desde caminar hasta cambiar el peso de un pie a otro. Debajo del músculo se encuentra el nervio ciático. Este nervio va desde la parte inferior de la columna vertebral hasta la parte posterior de la pierna, y una lesión o irritación del músculo piriforme puede provocar espasmos musculares. El músculo también puede hincharse o tensarse debido a los espasmos. Esto ejerce presión sobre el nervio que se encuentra debajo, causando dolor.El uso excesivo puede causar hinchazón o lesionar el músculo. Los espasmos musculares pueden provenir de:Un traumatismo también puede causar irritación y daño muscular. Esto puede ser causado por:Síntomas
La ciática es el principal síntoma del síndrome piriforme. Otros síntomas son:El dolor suele afectar a un solo lado de la parte inferior del cuerpo. Pero también puede ocurrir en ambos lados al mismo tiempo.Exámenes y pruebas
Tratamiento del síndrome piramidal
Los síntomas extrapiramidales (EPS) son síntomas que se asocian arquetípicamente con el sistema extrapiramidal de la corteza cerebral del cerebro. Cuando estos síntomas son causados por medicamentos u otras drogas, también se conocen como efectos secundarios extrapiramidales (EPS). Los síntomas pueden ser agudos (a corto plazo) o crónicos (a largo plazo). Incluyen disfunciones del movimiento como distonía (espasmos y contracciones musculares continuas), acatisia (puede manifestarse como inquietud motora),[1] síntomas característicos del parkinsonismo como rigidez, bradicinesia (lentitud de movimientos), temblor y discinesia tardía (movimientos irregulares y espasmódicos). [2] Los síntomas extrapiramidales son una de las razones por las que los sujetos abandonan los ensayos clínicos de antipsicóticos; de los 213 (14,6%) sujetos que abandonaron uno de los mayores ensayos clínicos de antipsicóticos (el ensayo CATIE (Clinical Antipsychotic Trials for Intervention Effectiveness), que incluyó a 1460 sujetos aleatorizados), 58 (27,2%) de esas interrupciones se debieron a los EPS[3].
Síndrome piramidal pdf
Adverse Effects of Antipsychotic Medications JOHN MUENCH, MD, MPH, Oregon Health & Science University, Portland, OregonANN M. HAMER, PharmD, BCPP, Oregon State University College of Pharmacy, Corvallis, OregonAm Fam Physician. 2010 Mar 1;81(5):617-622.
Ensayo controlado aleatorio del efecto sobre la calidad de vida de los fármacos antipsicóticos de segunda generación frente a los de primera generación en la esquizofrenia: Cost Utility of the Latest Antipsychotic Drugs in Schizophrenia Study (CUtLASS 1). Arch Gen Psychiatry.
1989;11(2):107–119.11. Dursun S, Haddad PM, Barnes TR. Extrapyramidal syndromes. En: Haddad PM, Dursun S, Deakin B, eds. Adverse Syndromes and Psychiatric Drugs. New York, N.Y.: Oxford University Press; 2004.12. Bhoopathi PS,
2007;176(5):627-632.Este es uno de los artículos de la serie “Farmacología clínica” coordinada por Allen F. Shaughnessy, PharmD, Tufts University Family Medicine Residency at Cambridge Health Alliance, Malden, Mass.Add/view commentsHide comments
Ejercicios de síndrome piramidal
Hasta donde sabemos, sólo un estudio de casos anterior informó de que la PP indujo EPS durante 5 meses después de una única inyección.10 Sin embargo, ningún estudio hasta la fecha ha informado de los antecedentes de pacientes con esquizofrenia en el caso de EPS inducidos por la PP después de 6 meses. En consecuencia, este informe también aborda las causas de los EPS mediante el uso de varias técnicas de imagen, a saber, la resonancia magnética (RM) y las exploraciones del transportador de dopamina (DaT), en el caso de los EPS inducidos por la PP en un paciente con esquizofrenia.
El paciente A era un hombre de 64 años que comenzó a experimentar delirios de persecución y alucinaciones auditivas a la edad de 22 años. Cuando tenía 23 años, acudió a una clínica local y se le diagnosticó esquizofrenia. Se le recetaron varios antipsicóticos, como haloperidol, risperidona (6 mg/día), olanzapina (20 mg/día) y aripiprazol (24 mg/día); los fármacos se administraron de forma no simultánea. Aunque se le prescribía continuamente cada antipsicótico, no cumplía sistemáticamente el tratamiento debido a los delirios de envenenamiento. Sin embargo, en ese momento no se quejaba de los EPS. Fue hospitalizado repetidamente y dado de alta de un hospital psiquiátrico local porque sus síntomas presentaban remisiones y recaídas cíclicas. A los 64 años, debido a la mala adherencia y a la recaída de los síntomas psicóticos, se le empezó a administrar inyecciones de PP a una dosis de 150 mg. A continuación, recibió una segunda dosis de 100 mg una semana después, seguida de inyecciones mensuales de 100 mg.