Que es una licencia vtc

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El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) devuelve al Gobierno la patata caliente de la guerra del taxi y de las licencias VTC (vehículo de alquiler con conductor), que utilizan empresas como Uber y Cabify. En septiembre de 2018, el entonces Ministerio de Fomento que dirigía José Luis Ábalos, escurrió el bulto y modificó la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres para trasladar a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos la decisión de si reducir el número de licencias existentes. . En plata: que pudieran retirar los permisos ya concedidos de forma indefinida.

La discusión giró, y seguramente volverá a cobrar notoriedad pública en los próximos meses, sobre la ratio de una VTC por cada 30 taxis que no se cumple, especialmente en las grandes ciudades, como denuncia insistentemente el sector del taxi. Sin embargo, el tribunal vuelve a trasladar esta decisión al Ministerio de Transportes, que tendrá hasta septiembre de 2022 para responder a las más de 15.000 reclamaciones (casi todas las licencias que existen en España) que hay, según el tribunal. Fuentes del departamento que ahora dirige Raquel Sánchez aseguran que están estudiando la sentencia: “Se están analizando y viendo las posibles vías de actuación. Todavía no se puede avanzar ninguna conclusión”.

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En una controvertida sentencia, el Tribunal Supremo español confirmó las restricciones impuestas por la administración a las VTC en base al “justo equilibrio” que debe existir entre dicho sector y el del taxi.

Tras las reformas introducidas en el sector del transporte urbano en 2015, la Autoridad Española de la Competencia (“CNMC”) y varias empresas y asociaciones del sector de las VTC presentaron un recurso de garantía de la unidad de mercado. Este recurso fue finalmente resuelto por el Tribunal Supremo español (“TS”) el 4 de junio de 2018.

En resumen, en 2015 se introdujeron cuatro tipos de restricciones en el sector VTC, tanto en la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre como en su reglamento: (i) por un lado, se permitió a las administraciones mantener una proporción de 1 VTC por cada 30 licencias de taxi; (ii) exigir a las empresas que presten el 80% de sus servicios en la comunidad autónoma donde se obtuvo la autorización; una flota mínima de 7 vehículos; (iv) requisitos técnicos que deben cumplir los vehículos (similares a los impuestos al taxi).

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La compañía comenzó a operar en España hace poco más de un año con UberPOP, un servicio que permite a cualquier persona (conductor profesional o no) trasladar a personas en sus propios coches. El servicio ha sido suspendido en múltiples países de toda Europa y en España se cerró a finales de 2014 por la presión de los taxistas tradicionales y las autoridades españolas.

Hasta ahora es la frase clave aquí, porque la compañía dice ahora que pronto empezará a operar en España con licencias VTC, como lo ha hecho su competidor Cabify durante años. Este modelo de VTC está recibiendo ahora la presión de los taxistas también, ya que consideran estos servicios (y prácticamente cualquier tipo) como competencia desleal.

Para intentar cambiar la percepción de Uber entre los consumidores, los políticos y el sector del transporte, la empresa ha lanzado una campaña #MovimientoUber para intentar cambiar las leyes que regulan los servicios VTC. Ahora mismo, las licencias de VTC están limitadas por ley y sólo puede haber 1 por cada 30 licencias de taxi tradicional.

uber

A la hora de planificar un viaje o un traslado, el viajero de hoy tiene muchas opciones: Uber, Cabify, VTC, los tradicionales taxis… ¿Cuál es la diferencia entre estos servicios? ¿Cuál es la mejor opción para su traslado?

Para empezar, definamos las “VTC”, ya que en España esa categoría incluye también servicios como Uber y Cabify. VTC es el acrónimo de vehículo privado de alquiler. Según la normativa española, se definen porque el pasajero decide el punto de partida y de llegada de su viaje (a diferencia de otros servicios de transporte como los autobuses, por ejemplo). A diferencia de los taxis, deben reservarse con antelación (no en la calle), y el precio se establece antes del inicio del viaje; esto da al cliente la seguridad de conocer el coste por adelantado. Además, deben llevar un distintivo identificativo en el coche.

Uber y Cabify operan en España con licencias VTC, por lo que se incluyen en esta categoría. No obstante, hay que tener en cuenta que ambos servicios tienen límites cuando se trata de viajes largos: en el caso de Uber, su página web avisa de que los viajes se pueden terminar automáticamente después de cuatro horas. Por su parte, Cabify advierte en su web que su servicio está pensado para las ciudades, y considera “largo” cualquier viaje de más de 80 km.