Tribunal de cuentas europeo

Tribunal de cuentas europeo de luxemburgo

La Oficina de Desarrollo del Colegio de Europa llevó a cabo con éxito dos ediciones de un curso de formación sobre migración y asilo en la UE para el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) en Luxemburgo los días 14 y 15 de noviembre de 2018.

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Ubicación del tribunal de cuentas europeo

El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) (en francés: Cour des comptes européenne) es una de las siete instituciones de la Unión Europea (UE)[1]. Se creó en 1975 en Luxemburgo para mejorar la gestión financiera de la UE.

El TCE fue creado por el Tratado Presupuestario de 1975 y se estableció formalmente el 18 de octubre de 1977, celebrando su primera sesión una semana después. En aquel momento el TCE no era una institución formal; era un organismo externo destinado a auditar las finanzas de las Comunidades Europeas. Sustituyó a dos organismos de auditoría distintos, uno que se ocupaba de las finanzas de la Comunidad Económica Europea y de Euratom, y otro que se ocupaba de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero[2].

En esta función, el TCE tiene que seguir siendo independiente y, al mismo tiempo, estar en contacto con las demás instituciones; por ejemplo, una función clave es la presentación del informe anual del TCE al Parlamento Europeo. El Parlamento se basa en este informe para decidir si aprueba o no la gestión presupuestaria de la Comisión Europea para ese año[4]. El Parlamento se negó a hacerlo en 1984 y 1999, en este último caso forzando la dimisión de la Comisión Santer[7]. El TCE, si está satisfecho, también envía garantías al Consejo y al Parlamento de que el dinero de los contribuyentes se utiliza correctamente[4], y el TCE debe ser consultado antes de la adopción de cualquier legislación con implicaciones financieras, pero su opinión nunca es vinculante[8].

Informes del tribunal de cuentas europeo

El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) (en francés: Cour des comptes européenne) es una de las siete instituciones de la Unión Europea (UE)[1]. Se creó en 1975 en Luxemburgo para mejorar la gestión financiera de la UE.

El TCE fue creado por el Tratado Presupuestario de 1975 y se estableció formalmente el 18 de octubre de 1977, celebrando su primera sesión una semana después. En aquel momento el TCE no era una institución formal; era un organismo externo destinado a auditar las finanzas de las Comunidades Europeas. Sustituyó a dos organismos de auditoría distintos, uno que se ocupaba de las finanzas de la Comunidad Económica Europea y de Euratom, y otro que se ocupaba de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero[2].

En esta función, el TCE tiene que seguir siendo independiente y, al mismo tiempo, estar en contacto con las demás instituciones; por ejemplo, una función clave es la presentación del informe anual del TCE al Parlamento Europeo. El Parlamento se basa en este informe para decidir si aprueba o no la gestión presupuestaria de la Comisión Europea para ese año[4]. El Parlamento se negó a hacerlo en 1984 y 1999, en este último caso forzando la dimisión de la Comisión Santer[7]. El TCE, si está satisfecho, también envía garantías al Consejo y al Parlamento de que el dinero de los contribuyentes se utiliza correctamente[4], y el TCE debe ser consultado antes de la adopción de cualquier legislación con implicaciones financieras, pero su opinión nunca es vinculante[8].

Prácticas en el tribunal de cuentas europeo

El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) (en francés: Cour des comptes européenne) es una de las siete instituciones de la Unión Europea (UE)[1]. Se creó en 1975 en Luxemburgo para mejorar la gestión financiera de la UE.

El TCE fue creado por el Tratado Presupuestario de 1975 y se estableció formalmente el 18 de octubre de 1977, celebrando su primera sesión una semana después. En aquel momento el TCE no era una institución formal; era un organismo externo destinado a auditar las finanzas de las Comunidades Europeas. Sustituyó a dos organismos de auditoría distintos, uno que se ocupaba de las finanzas de la Comunidad Económica Europea y de Euratom, y otro que se ocupaba de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero[2].

En esta función, el TCE tiene que seguir siendo independiente y, al mismo tiempo, estar en contacto con las demás instituciones; por ejemplo, una función clave es la presentación del informe anual del TCE al Parlamento Europeo. El Parlamento se basa en este informe para decidir si aprueba o no la gestión presupuestaria de la Comisión Europea para ese año[4]. El Parlamento se negó a hacerlo en 1984 y 1999, en este último caso forzando la dimisión de la Comisión Santer[7]. El TCE, si está satisfecho, también envía garantías al Consejo y al Parlamento de que el dinero de los contribuyentes se utiliza correctamente[4], y el TCE debe ser consultado antes de la adopción de cualquier legislación con implicaciones financieras, pero su opinión nunca es vinculante[8].