Porcentaje de violencia de genero en españa

datos sobre la violencia doméstica en españa

Proporción de mujeres de 18 a 74 años que han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja al menos una vez en su vida. Fuente: Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, 2014. Violencia contra las mujeres: An EU-wide Survey. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea.

Proporción de mujeres de 18 a 74 años que alguna vez han estado en pareja y han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses. Fuente: Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, 2014. Violence against Women: An EU-wide Survey. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea.

Proporción de mujeres de 18 a 74 años que experimentan violencia sexual perpetrada por alguien que no es su pareja al menos una vez en su vida. Fuente: Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, 2014. Violence against Women: An EU-wide Survey. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea.

El Índice de Desigualdad de Género es una medida compuesta que refleja la desigualdad entre mujeres y hombres en tres dimensiones diferentes: salud reproductiva (tasa de mortalidad materna y tasa de natalidad adolescente), empoderamiento (proporción de escaños parlamentarios ocupados por mujeres y proporción de la población con al menos alguna educación secundaria) y participación en el mercado laboral (tasa de participación en la fuerza de trabajo). Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano 2016.

violencia en españa

4 ago 2021 España ha avanzado mucho en la batalla por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en los últimos años. El país mediterráneo es, de hecho, uno de los primeros países europeos en materia de igualdad de género, por delante de otros países desarrollados del continente como Alemania o Austria. Los últimos informes desvelan que la brecha de género se va cerrando poco a poco, con datos que muestran un gran avance en el Índice de Brecha de Género, un indicador diseñado por el Foro Económico Mundial para medir el grado global de paridad de género y en el que España ocupa posiciones de liderazgo en prácticamente todas las áreas de evaluación.

A pesar de lo positivo que pueda parecer esta mejora, lo cierto es que el sexismo violento sigue presente en el país, con muchas mujeres que sufren malos tratos agresivos por parte de sus parejas o ex parejas, que en ocasiones terminan con la muerte de la víctima. El número de mujeres muertas por agresiones de violencia de género ha ido fluctuando, pero en general disminuyendo en las últimas décadas, registrando el pico más reciente en 2008 con 76 muertes y su registro más bajo en 2020 con 45 víctimas mortales. Las cifras sobre el número de mujeres acogidas a regímenes de protección o medidas cautelares, sin embargo, muestran resultados muy diferentes: en 2019, casi 32 mil mujeres vivían con regímenes especiales implementados para garantizar la seguridad de la víctima por culpa de su agresor. Se trata de mujeres de todas las edades, aunque las víctimas de entre 35 y 39 años constituyen el grupo más numeroso, en su mayoría solicitando protección a sus parejas de hecho o cónyuges. Las regiones con mayor número de casos son también las más pobladas, es decir, Andalucía, Cataluña, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. Las víctimas y sus agresores

estadísticas de la violencia doméstica en españa 2019

Como en casi todos los países, la sociedad española tiende a banalizar los casos de violencia contra las mujeres. Hay pocas posibilidades de que esta violencia sea percibida como un problema, no sólo por los hombres, sino también por las propias mujeres. Algunas mujeres han llegado a aceptar la violencia doméstica como algo normal y han interiorizado su opresión hasta el punto de esperar que sea un patrón de comportamiento aceptable y normativo impuesto por la sociedad. Algunas normas e instituciones sociales pueden garantizar la perpetuación de la violencia contra las mujeres, ya que están arraigadas en la cultura y las tradiciones que la legitiman. Las campañas de concienciación que abordan la violencia contra las mujeres sirven para contrarrestar esas instituciones y cambiar esa mentalidad. De hecho, una mayor concienciación coincide con periodos de mayor información y debate social sobre el tema de la violencia contra las mujeres. El objetivo de este estudio es determinar si las campañas de concienciación pública realizadas en España para promover la sensibilidad hacia la violencia contra las mujeres son eficaces. Para lograr este objetivo, analizamos la evolución de la percepción de la sociedad española sobre el problema de la violencia contra las mujeres desde 1985 hasta la actualidad, en relación con el gasto del gobierno español en campañas de sensibilización sobre la violencia contra las mujeres. El análisis conjunto de los gastos y los resultados nos permitirá llegar a conclusiones sobre la relación entre estas dos variables.

la violencia doméstica en españa 2020

El 17 de diciembre de 1997, la conciencia pública sobre la violencia de género experimentó un cambio radical y duradero en España. Ese día, Ana Orantes, una mujer de 60 años, fue quemada viva por su ex marido, en el patio de su casa, después de hablar en televisión, con toda naturalidad y sin derramar una lágrima, de las palizas, agresiones y humillaciones que había sufrido a manos de su marido durante sus 40 años de matrimonio.

Trece días antes, Ana había explicado en una tertulia de televisión cómo había presentado 15 denuncias contra él sin recibir nunca ninguna protección para ella ni para sus 11 hijos, y cómo, tras conseguir finalmente el divorcio, el juez la había obligado a compartir la misma casa que el hombre que la maltrataba, uno viviendo en el piso de arriba y el otro en el de abajo. Su ex marido llevaba una vida propia, habiendo conocido a otra mujer, pero a menudo iba a la casa a ver a Ana, como hizo aquel día, después de haberla visto en la televisión, y la mató con el golpe de una cerilla y un bidón de gasolina.

Ana no recibió ningún tipo de protección, apoyo o recursos después de denunciar. No fue hasta que la asesinó que el marido de Ana ingresó en la cárcel, donde fue condenado a 17 años, pero murió en el hospital seis años después, tras sufrir un infarto en la prisión donde cumplía su condena.