Nuestro techo de cristal

El techo de cristal en una frase

Las mujeres están extremadamente infrarrepresentadas en los puestos de alta dirección y profesionales en todos los países, aunque existen variaciones entre países. Las mujeres de grupos étnicos y raciales minoritarios sufren una mayor infrarrepresentación que las de los grupos mayoritarios. El “techo de cristal” es una metáfora que describe las barreras de género que producen estos patrones. Este artículo sugiere que “Regímenes de Desigualdad” es una metáfora más precisa, ya que representa las barreras de género, raza y clase que obstruyen las oportunidades de las mujeres para avanzar en todos los niveles de la jerarquía organizativa. El artículo analiza los componentes de los regímenes de desigualdad y evalúa brevemente algunos esfuerzos para cambiar estas prácticas.

Notas de la autoraEste artículo se basa en el capítulo 5 de mi libro Class Questions: Feminist Answers (Acker, 2006a) y en mi artículo Inequality regimes: gender, class, and race in organizations (Acker, 2006b).

2Este fenómeno se ha denominado “techo de cristal”. Parece que las mujeres ascienden por las escaleras de las organizaciones, pero sólo unas pocas llegan a los puestos más poderosos. Esta realidad es importante por varias razones. En primer lugar, las dificultades para explicar la persistencia de este patrón exponen las lagunas en nuestra comprensión de la obstinada persistencia de las desigualdades de género y, a menudo, de raza/etnia. En los últimos 30 o 40 años, en Estados Unidos, así como en otros países, un número creciente de mujeres ha accedido a puestos superiores, pero la proporción de mujeres sigue disminuyendo en cada nivel superior de la mayoría de las organizaciones. Las prácticas y creencias discriminatorias han sido identificadas, discutidas y litigadas durante al menos ese tiempo. ¿Ocurre algo más? ¿Qué impide el pleno éxito de los esfuerzos por eliminar estos patrones de discriminación?

Techo de cristal en el trabajo

A la hora de considerar por qué persisten las diferencias salariales y de posición, entran en juego varios factores, entre ellos la cultura empresarial. Tanto la cultura empresarial como las normas sociales son factores clave para la revisión de este tema, y para lograr avances adicionales, es igualmente importante evaluar cómo las mujeres pueden contribuir involuntariamente a estos persistentes desequilibrios en el lugar de trabajo y qué se puede hacer al respecto.

Las mujeres líderes inteligentes podemos hacer casi cualquier cosa que decidamos hacer, y debemos tener claras nuestras elecciones y las consecuencias de las mismas. Cada vez que reflexiono sobre este asunto del techo de cristal y sobre por qué no se ha resuelto, no puedo evitar pensar en mi propio viaje personal y profesional durante los últimos 20 años de mi carrera.

En un momento dado, me encontraba en la categoría de madre trabajadora con hijos pequeños, y conozco muy bien los innumerables retos y luchas que conlleva, y he pasado por todos ellos. Primero ocupé puestos paraprofesionales y profesionales y, con los años, pasé a ocupar puestos de gestión, liderazgo y dirección, y he experimentado de primera mano, desde ambos lados de la ecuación salarial, por qué se producen las discrepancias de posición y de sueldo.

El efecto del techo de cristal

El término “techo de cristal” se refiere a una barrera invisible metafórica que impide a ciertas personas ascender a puestos de dirección y ejecutivos en una organización o industria. La frase se utiliza habitualmente para describir las dificultades a las que se enfrentan las mujeres y las minorías cuando intentan ascender a puestos más altos en una jerarquía empresarial dominada por los hombres. Las barreras no suelen estar escritas, lo que significa que es más probable que estas personas se vean limitadas en su ascenso por normas aceptadas y prejuicios implícitos que por políticas corporativas definidas.

Marilyn Loden acuñó por primera vez la expresión “techo de cristal” cuando intervino como panelista en la Exposición de Mujeres de 1978 en Nueva York. Como sustituta de la única mujer ejecutiva de su empresa, Loden fue invitada a hablar de cómo las mujeres eran las culpables de las barreras que les impedían avanzar en sus carreras. En cambio, habló de cuestiones más profundas e ignoradas que históricamente impedían a las mujeres ocupar puestos de autoridad: el techo de cristal.

Significado del techo de cristal

El techo de cristal es una metáfora utilizada para caracterizar la desigualdad de género de las mujeres en la cima de la mayoría de las grandes organizaciones occidentales. Esta situación ha llevado a muchas organizaciones empresariales, ONG y gobiernos a animar a las grandes organizaciones a promover a más mujeres en la suite ejecutiva y en los consejos de administración. Aunque esta iniciativa suscita poca controversia, este documento sostiene que debería haberla, ya que desafía directamente el principio de que el mérito debe prevalecer sobre la diversidad. El documento pretende debatir estas cuestiones.

Este documento revisa las investigaciones que pretenden demostrar que las mujeres están injustamente infrarrepresentadas en los puestos más altos de las grandes organizaciones occidentales. También se revisan los argumentos que sostienen que un mayor número de mujeres en puestos de responsabilidad mejoraría el rendimiento de estas organizaciones. A continuación, se utiliza esta investigación para desarrollar un modelo de por qué hay un número notablemente menor de mujeres que de hombres en la cima de las grandes organizaciones.

Este estudio concluye que la mayoría de los estudios de investigación que pretenden demostrar que existe un sesgo en contra de la promoción de las mujeres a la cima de las grandes organizaciones occidentales no son sólidos porque están mal diseñados y/o no tienen en cuenta explicaciones alternativas para este efecto. Así, el número actual de mujeres que dirigen estas organizaciones puede ser un buen reflejo de su contribución a la gestión de las mismas. Estas conclusiones sugieren que muchas de las políticas que se promueven para ayudar a las mujeres a romper el techo de cristal son erróneas.