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Los orígenes de la guerra civil española
Quién ganó la guerra civil española
En 1868, las revueltas populares condujeron al derrocamiento de la reina Isabel II de la Casa de Borbón. Dos factores distintos condujeron a los levantamientos: una serie de disturbios urbanos y un movimiento liberal dentro de las clases medias y los militares (liderados por el general Joan Prim),[9] que estaban preocupados por el ultraconservadurismo de la monarquía. [En 1873, el sustituto de Isabel, el rey Amadeo I de la Casa de Saboya, abdicó debido a la creciente presión política, y se proclamó la Primera República Española[9][10]. Sin embargo, los intelectuales que respaldaban la República no pudieron evitar el descenso al caos[9]. Los levantamientos fueron aplastados por los militares. La antigua monarquía regresó con la restauración de los Borbones en diciembre de 1874[11], ya que la reforma se consideraba menos importante que la paz y la estabilidad[11]. A pesar de la introducción del sufragio universal masculino en 1890, las elecciones estaban controladas por los caciques locales[4][12].
Los sectores más tradicionalistas de la esfera política trataron sistemáticamente de impedir las reformas liberales y de mantener la monarquía patrilineal. Los carlistas, partidarios del infante Carlos y sus descendientes, lucharon por promover la tradición española y el catolicismo contra el liberalismo de los sucesivos gobiernos españoles[5] Los carlistas intentaron restaurar las libertades históricas y la amplia autonomía regional concedida al País Vasco y Cataluña por sus fueros. En ocasiones se aliaron con los nacionalistas (separados de la Facción Nacional durante la propia guerra civil), incluso durante las Guerras Carlistas[5].
La guerra en el norte
Respuestas>Historia>IB>Artículo¿Cuáles fueron los orígenes de la Guerra Civil Española (1936-9)? Un momento difícil en su historia, España necesitaba modernizarse y cambiar su forma de vida, si quería unirse a sus vecinos en el siglo XX. Las reformas necesarias para lograrlo y sus consecuencias, según los historiadores Wolfson y Laver (2001) y Blinkhorn (1988), fueron los principales orígenes de la Guerra Civil española.
Wolfson y Laver señalan que la República no supo gestionar los daños colaterales de sus reformas en los estamentos tradicionalistas (Iglesia, Ejército, Nobleza). La República abordó las crisis agrícola e industrial con la nacionalización del latifundio (propiedad de la nobleza), la separación de la Iglesia y el Estado (recortando los fondos estatales a la Iglesia) y los recortes en el cuerpo de oficiales del Ejército. La República subestimó gravemente el poder y la influencia de estos tradicionalistas, que hasta los años 30 no estaban dispuestos a aliar su influencia rural e histórica con las causas de la extrema derecha (carlista y fascista) (Blinkhorn, 1988). Estas reformas alienantes y la amenaza del regionalismo encendieron el polvorín que uniría en armas a tradicionalistas y facciones de extrema derecha tras el asesinato de Sotelo en julio de 1936.
Guerra franco-española (1635-16…
En 1868, las revueltas populares condujeron al derrocamiento de la reina Isabel II de la Casa de Borbón. Dos factores distintos condujeron a los levantamientos: una serie de disturbios urbanos y un movimiento liberal dentro de las clases medias y los militares (liderados por el general Joan Prim),[9] que estaban preocupados por el ultraconservadurismo de la monarquía. [En 1873, el sustituto de Isabel, el rey Amadeo I de la Casa de Saboya, abdicó debido a la creciente presión política, y se proclamó la Primera República Española[9][10]. Sin embargo, los intelectuales que respaldaban la República no pudieron evitar el descenso al caos[9]. Los levantamientos fueron aplastados por los militares. La antigua monarquía regresó con la restauración de los Borbones en diciembre de 1874[11], ya que la reforma se consideraba menos importante que la paz y la estabilidad[11]. A pesar de la introducción del sufragio universal masculino en 1890, las elecciones estaban controladas por los caciques locales[4][12].
Los sectores más tradicionalistas de la esfera política trataron sistemáticamente de impedir las reformas liberales y de mantener la monarquía patrilineal. Los carlistas, partidarios del infante Carlos y sus descendientes, lucharon por promover la tradición española y el catolicismo contra el liberalismo de los sucesivos gobiernos españoles[5] Los carlistas intentaron restaurar las libertades históricas y la amplia autonomía regional concedida al País Vasco y Cataluña por sus fueros. En ocasiones se aliaron con los nacionalistas (separados de la Facción Nacional durante la propia guerra civil), incluso durante las Guerras Carlistas[5].
La guerra civil española
La guerra fue una de las más duras a las que se ha enfrentado España. Tras la victoria nacionalista, una dictadura gobernó el país durante casi 40 años, desde 1939 hasta 1975, cuando murió el dictador español Francisco Franco. Aunque el bando de Franco había recibido ayuda alemana durante la Guerra Civil española, decidió no implicarse directamente en la Segunda Guerra Mundial porque España estaba en pésimas condiciones tras sufrir la guerra civil. El único apoyo que España envió a Alemania fue un pequeño grupo de voluntarios.
España sufrió un continuo aislamiento internacional durante toda la dictadura de Franco, pero se debilitó con los años. El dictador español quería que el país fuera reconocido por la comunidad internacional, y poco a poco el pueblo empezó a ver ciertas mejoras en su vida social. En la década de 1950, España fue aceptada como miembro de las Naciones Unidas. Luego, en 1970, Franco nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor.