Equilibrio en educacion fisica

Coordinación motriz

El entrenamiento del equilibrio se suele descuidar cuando la gente desarrolla su régimen de fitness.    Esto puede deberse a que no entienden los beneficios del entrenamiento del equilibrio. El equilibrio es la capacidad de controlar la posición del cuerpo, ya sea de forma estacionaria (por ejemplo, una postura compleja de yoga) o en movimiento (por ejemplo, al esquiar).

El equilibrio es un componente clave de la forma física, junto con la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Hay varias formas de realizar ejercicios de equilibrio. Se pueden incorporar equipos como un balón de estabilidad, un balón BOSU o una tabla de equilibrio.    Mejorar el equilibrio también puede ayudar a realizar las actividades diarias, como ponerse de puntillas para alcanzar algo en el estante superior, subir y bajar las escaleras o caminar por una acera irregular sin caerse.

Es evidente la importancia del equilibrio para llevar una vida sana y funcional. Es importante incorporar el ejercicio del equilibrio a su rutina de ejercicios. Si no sabe por dónde empezar, pruebe estos ejercicios de equilibrio:

Cómo mejorar el equilibrio

El Principio de Equilibrio dicta que todo entrenamiento debe estar correctamente proporcionado para lograr resultados óptimos. Este amplio principio opera en muchos niveles del rendimiento humano. Todo con moderación se aplica tanto al entrenamiento deportivo como a la salud y el bienestar general.

Este principio sugiere que se requiere una combinación adecuada de actividades de entrenamiento, dieta y hábitos de vida saludables para un funcionamiento óptimo. Ir a los extremos puede dar lugar a un bajo rendimiento, enfermedades y lesiones. El sobreentrenamiento, el consumo excesivo de ciertos alimentos y nutrientes (incluso de agua) o la adopción de dietas de choque son ejemplos de ello.

Entrenamiento de atletas de alto rendimiento) Fisiológicamente, el cuerpo humano busca el equilibrio, o la homeostasis, para restablecer un entorno interno constante. El entrenamiento somete al cuerpo a tensiones específicas que, durante la recuperación, se vuelven a equilibrar. Los esfuerzos extremos a lo largo del tiempo pueden desequilibrar el cuerpo, lo que es perjudicial para la salud y el rendimiento. Psicológicamente, los atletas necesitan descansos de la intensidad del entrenamiento y la competición. Por razones fisiológicas y psicológicas, los programas deben permitir a los atletas sobrecargarse y recuperarse adecuadamente a lo largo del tiempo.

Agilidad

CalidadLa tabla 2 presenta un cuadro resumen del riesgo de sesgo de los estudios observacionales incluidos y muestra que, en general, los estudios fueron de calidad moderada (n = 14 estudios). Todos los estudios se calificaron como pobres en cuanto a la comparabilidad de los participantes; la mayoría (n = 14 estudios) no proporcionaron detalles relacionados con el proceso de selección, pero las medidas de equilibrio incluidas en los estudios fueron validadas y declaradas en el objetivo principal.Tabla 2 Evaluación del riesgo de sesgo de los estudios observacionales en la escala de Newcastle-OttawaTabla de resumenEfectos de más AF frente a menos AF

(medidas indirectas del equilibrio). Los análisis iniciales incluyeron 16 variables (20 estudios; n = 1053 participantes) (Tabla 3). El análisis de sensibilidad eliminó cinco variables (que están excluidas de la Tabla 3) debido a su alto riesgo de sesgo (velocidad máxima de la marcha, alcance funcional en la espalda, direcciones izquierda y derecha, y amplitud de movimiento), lo que dio como resultado sólo 11 variables (13 estudios; 733 participantes).Tabla 3 Resultados primarios – grupos más activos versus menos activos (medidas indirectas del equilibrio)Tabla de tamaño completo

La coordinación en la educación física

En biomecánica, el equilibrio es la capacidad de mantener la línea de gravedad (línea vertical desde el centro de masa) de un cuerpo dentro de la base de apoyo con un mínimo de balanceo postural[1] El balanceo es el movimiento horizontal del centro de gravedad incluso cuando una persona está parada. Una cierta cantidad de balanceo es esencial e inevitable debido a pequeñas perturbaciones dentro del cuerpo (por ejemplo, la respiración, el cambio del peso del cuerpo de un pie a otro o de la parte delantera del pie a la parte trasera del pie) o a factores externos (por ejemplo, distorsiones visuales, traslaciones del suelo). Un aumento del balanceo no es necesariamente un indicador de un equilibrio disfuncional, sino de una disminución del control sensoriomotor[2].

Los sentidos deben detectar cambios de orientación espacial con respecto a la base de apoyo, independientemente de que el cuerpo se mueva o la base se altere. Hay factores ambientales que pueden afectar al equilibrio, como las condiciones de luz, los cambios en la superficie del suelo, el alcohol, las drogas y las infecciones de oído.

Hay alteraciones del equilibrio asociadas al envejecimiento. El declive relacionado con la edad de la capacidad de los sistemas mencionados para recibir e integrar la información sensorial contribuye a un equilibrio deficiente en los adultos mayores[4]. Como resultado, los ancianos tienen un mayor riesgo de caídas. De hecho, uno de cada tres adultos mayores de 65 años sufrirá una caída cada año[5].