Industrializacion en españa siglo xix

Siglo xix españa

LegislaturaCortes Generales- Cámara AltaCámara de los Pares(1834-1836)Senado(desde 1836)- Cámara BajaCongreso de DiputadosÉpoca históricaSiglo XIX- Cortes de Cádiz 1 de julio de 1813- 1822 división territorial de España 1822- 1833 división territorial de España 1833- Amadeo I abdica 11 de febrero de 1873

La España del siglo XIX era un país convulso. Ocupada por Napoleón de 1808 a 1814, se produjo una “guerra de liberación” masivamente destructiva. En 1812 se proclamó una constitución liberal. España se dividió entre las ideas liberales y el absolutismo personificado por el gobierno de Fernando VII, que derogó la Constitución de 1812 por primera vez en 1814, para verse obligado a jurar de nuevo la constitución en 1820 tras un pronunciamiento liberal, dando paso al breve Trienio Liberal (1820-1823).

Las transformaciones económicas a lo largo del siglo incluyen la privatización de las tierras municipales comunales -que no se interrumpió sino que se intensificó y legitimó durante las restauraciones absolutistas fernandinas-[1] así como la desamortización de las propiedades de la Iglesia. A principios de siglo se produjo la pérdida del grueso de las colonias españolas en el Nuevo Mundo en las décadas de 1810 y 1820, a excepción de Cuba y Puerto Rico. La regencia de María Cristina y el reinado de Isabel II trajeron reformas que repelieron los extremos de la Década Ominosa absolutista (1823-1833).

Bandera de españa

Los íberos, situados a grandes rasgos en el sur y el este, y los celtas en el norte y el oeste de la Península Ibérica fueron los principales grupos más antiguos de lo que hoy es España (una tercera cultura, llamada celtíbera, parece haberse desarrollado en el interior de la Península, donde ambos grupos estaban en contacto).

Cartagineses y griegos también comerciaron con España y establecieron sus propias colonias en la costa. La riqueza mineral de España y su acceso a los metales la convirtieron en una importante fuente de materias primas durante las primeras edades de los metales. Cartago conquistó parte de Iberia tras la Primera Guerra Púnica. Tras derrotar a Cartago en la Segunda Guerra Púnica, los romanos gobernaron toda la Península Ibérica durante siglos, ampliando y diversificando la economía y extendiendo el comercio hispano con la gran República y el Imperio.

La Corona de Castilla, unida a la de Aragón, disponía de una marina mercante que rivalizaba con la de la Liga Hanseática y Venecia. Al igual que en el resto de la Europa bajomedieval, los restrictivos gremios regulaban estrechamente todos los aspectos de la economía: la producción, el comercio e incluso el transporte. La más poderosa de estas corporaciones, la mesta, controlaba la producción de lana, la principal exportación de Castilla.

2008-2014 crisis financiera española

Los íberos, situados a grandes rasgos en el sur y el este, y los celtas en el norte y el oeste de la Península Ibérica fueron los principales grupos más antiguos de lo que hoy es España (una tercera cultura, llamada celtibérica, parece haberse desarrollado en el interior de la Península, donde ambos grupos estaban en contacto).

Cartagineses y griegos también comerciaron con España y establecieron sus propias colonias en la costa. La riqueza mineral de España y su acceso a los metales la convirtieron en una importante fuente de materias primas durante las primeras edades de los metales. Cartago conquistó parte de Iberia tras la Primera Guerra Púnica. Tras derrotar a Cartago en la Segunda Guerra Púnica, los romanos gobernaron toda la Península Ibérica durante siglos, ampliando y diversificando la economía y extendiendo el comercio hispano con la gran República y el Imperio.

La Corona de Castilla, unida a la de Aragón, disponía de una marina mercante que rivalizaba con la de la Liga Hanseática y Venecia. Al igual que en el resto de la Europa bajomedieval, los restrictivos gremios regulaban estrechamente todos los aspectos de la economía: la producción, el comercio e incluso el transporte. La más poderosa de estas corporaciones, la mesta, controlaba la producción de lana, la principal exportación de Castilla.

La revolución industrial en españa

La situación descrita hizo que la industrialización española se produjera con retraso respecto al proceso iniciado en Europa. Desde el inicio del reinado de Isabel II , en 1833, el proceso de industrialización se aceleró enormemente. La ausencia de capital suficiente en el interior había limitado hasta entonces el avance del proceso de industrialización. Fue en este periodo cuando la falta de capital interno comenzó a suplirse con inversiones del exterior. La financiación extranjera jugó un papel fundamental en el proceso de industrialización español, aportando no sólo los recursos financieros hasta entonces insuficientes, sino también los avances técnicos ya extendidos por toda Europa que empujaron el proceso de industrialización. Ver también: El nacimiento de la industria en España y La desamortización .