Guerras civiles en españa

La batalla de irún

La Guerra Civil española y el exilioLa esperanza en la lucha contra HitlerEl estallido de la Guerra Civil española fue provocado por un golpe militar dirigido por el general Franco contra el gobierno de la República española el 18 de julio de 1936. La posterior represión del levantamiento popular de la población española en muchas partes del país desencadenó una ola de solidaridad, especialmente entre los emigrantes alemanes. Con la intervención de Hitler y Mussolini en el bando de Franco, España se convertiría en el símbolo preeminente de la lucha contra el fascismo y de la defensa de la libertad y la democracia.

En febrero de 1936 los miembros del Círculo Lutetia parisino, que incluía a escritores con simpatías comunistas, socialdemócratas y burguesas como Heinrich y Klaus Mann, Ernst Toller, Lion Feuchtwanger, Arnold Zweig y Oskar Maria Graf, llamaron a la creación de un frente popular alemán contra el nazismo, lo que dio lugar a un gran movimiento de solidaridad que realizó llamamientos, mítines y concentraciones. Thomas Mann escribió un editorial para una edición especial publicada por la Asociación de Escritores Alemanes en el Exilio y titulada Spanien (España).

Historia de la guerra de españa

La guerra fue una de las más duras a las que se ha enfrentado España. Tras la victoria nacionalista, una dictadura gobernó el país durante casi 40 años, desde 1939 hasta 1975, cuando murió el dictador español Francisco Franco. Aunque el bando de Franco había recibido ayuda alemana durante la Guerra Civil española, decidió no implicarse directamente en la Segunda Guerra Mundial porque España estaba en pésimas condiciones tras sufrir la guerra civil. El único apoyo que España envió a Alemania fue un pequeño grupo de voluntarios.

España sufrió un continuo aislamiento internacional durante toda la dictadura de Franco, pero se debilitó con los años. El dictador español quería que el país fuera reconocido por la comunidad internacional, y poco a poco el pueblo empezó a ver ciertas mejoras en su vida social. En la década de 1950, España fue aceptada como miembro de las Naciones Unidas. Luego, en 1970, Franco nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor.

La guerra anglo-española (1585-16

El relato de Appiano “describe todos los conflictos romanos en la península ibérica desde el momento en que Roma conquistó la costa mediterránea durante la guerra contra Aníbal Barca hasta la pacificación final por el emperador Augusto”.

Un sitio de la biblioteca digital bilingüe con documentación sobre las interacciones entre España y América del Norte. “Esta selección de libros raros de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII incluye dos ejemplares del relato de Colón sobre sus descubrimientos; una “Prueba de sangre noble” de Sebastián Vizcaíno, el relato de Cabeza de Vaca sobre su viaje por el Suroeste, y el diario de Bernardo de G á lvez sobre la conquista de Pensacola británica por los españoles durante la Revolución Americana. “

“Bernal Díaz del Castillo, él mismo soldado a las órdenes de Cortés, presenta una descripción fascinantemente detallada del desembarco de los españoles en México en 1520 y su asombro ante la ciudad, la explotación de los nativos en busca de oro y otros tesoros, la expulsión y huida de los españoles, su reagrupación y la eventual captura de la capital azteca.”

Nacionalistas de la guerra civil española

El 7 de agosto de 1936, el anarco-bolchevique Victor Serge envió una carta desde Bruselas a su viejo amigo y camarada Andrés Nin en Barcelona. Había cosas muy urgentes que discutir con Nin, líder del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) de España. Su amistad se remontaba a la guerra civil rusa, cuando los dos radicales se habían unido primero a la lucha por defender la revolución bolchevique de los enemigos internos y externos y más tarde apoyaron a León Trotsky y a la Oposición de Izquierda contra José Stalin.

Ahora, 15 años después, Serge le comunicó a Nin la mezcla de aprensión y alegría que sentía al saber que “por fin estás dentro de la gran convulsión” desatada en España y deseaba aprender todo lo que pudiera de la situación, para poder respirar de nuevo “el aire tónico de la revolución”. En este momento de decisión, expuso, “sólo la clase obrera puede luchar contra el fascismo: sólo ella puede crear una república digna de ese nombre, una democracia que no sea otra emboscada. Tiene derecho a gobernar: puede y debe empezar a curar y superar las miserias, a transformar la sociedad.”