Eficiencia energetica a

Ejemplos de eficiencia energética

Los gases de escape de los buques no sólo pueden reducirse mediante el uso de combustibles de mayor calidad o sistemas de limpieza de los gases de escape, sino también aumentando la eficiencia energética de un buque. Por ello, la Organización Marítima Internacional (OMI) ha aprobado una modificación del anexo VI de MARPOL para aumentar la eficiencia energética de los buques nuevos.

Todos los buques nuevos deben tener ahora un llamado Índice de Diseño de Eficiencia Energética (EEDI). El EEDI es un índice para los buques nuevos que indica las emisiones de CO2 por tonelada de carga y milla náutica navegada. La eficiencia energética de los petroleros, graneleros y portacontenedores puede calcularse mediante una fórmula que tiene en cuenta el tamaño del buque. También hay fórmulas para otros tipos de buques, como los transbordadores, los buques de pasajeros o los tipos especiales de buques (por ejemplo, remolcadores y buques de suministro).

Además, se establece una línea de referencia para cada tipo de buque. El EEDI de cada buque no puede superar la línea de referencia. Esta línea de referencia se reajustará a intervalos fijos (cuatro fases) a los avances técnicos de la tecnología de los buques.

Uso eficiente de la energía

Si nos tomamos en serio la idea de abandonar en gran medida los combustibles fósiles y frenar el aumento de los costes medioambientales, debemos empezar a invertir hoy mismo, por ejemplo, en fuentes de energía regenerativas, en productos y sistemas energéticamente eficientes y en edificios y reformas energéticas. Además de alcanzar los objetivos definidos en la propia transición energética, un enfoque de eficiencia energética tiene también otros beneficios: si los edificios utilizan menos calefacción y los coches menos combustible, los consumidores, las empresas y las instituciones públicas pueden recortar los costes energéticos y reducir 2 las emisiones de CO2.

El Plan Nacional de Acción para la Eficiencia Energética (PNAE) define los instrumentos y medidas actuales para alcanzar estos objetivos. Además de los instrumentos probados, como los programas de financiación o las campañas de información, el PNAE incluye conscientemente ideas para soluciones nuevas e innovadoras. Los sectores industrial y empresarial, los hogares, el sector del transporte y otros ámbitos tienen la misma importancia. El Plan de Acción tiene tres objetivos principales: Aumentar la eficiencia energética en los edificios. Establecer la eficiencia energética como una inversión rentable y un modelo de negocio. Aumentar el sentido de la responsabilidad personal en materia de eficiencia energética.

Qué es la eficiencia energética en los edificios

Una población mundial creciente, miles de millones de dispositivos conectados, una movilidad alimentada por la energía eléctrica: el apetito por la energía es cada vez mayor. Para mejorar el equilibrio climático del mundo y nuestra futura calidad de vida, tenemos que encontrar soluciones que manejen la energía de forma más inteligente y eficiente en todas las etapas de la cadena de energía eléctrica: la generación de energía, su transmisión y almacenamiento, así como el consumo. Esta cadena no puede llevarse a cabo sin la tecnología de semiconductores; sólo la tecnología de semiconductores permite la eficiencia energética a lo largo de esta cadena en cada una de sus secciones.

Se necesitan formas alternativas de energía -naturalmente renovables y disponibles de forma ilimitada- para satisfacer la demanda de energía y contribuir a reducir las emisiones de carbono. Sin las energías renovables, el mundo no cumplirá los objetivos de emisiones de CO2 de las naciones y las industrias.

Lavadora

En general, el consumo de energía final en relación con la producción económica (“productividad de la energía final”) ha mejorado un 1,9% en 2018, dice AGEB. Al contrario que el uso de energía primaria, no tiene en cuenta las pérdidas en el sistema de suministro de energía a través de la conversión de energía y el transporte. Es un objetivo clave de la transición energética del gobierno alemán. Se ha fijado el objetivo de mejorar la productividad energética final en un 2,1% anual hasta 2050, pero entre 1990 y 2018 la mejora media anual fue sólo del 1,6%, según la AGEB. La Agencia Alemana de la Energía (dena) ha advertido que “los demás objetivos de la transición energética no pueden alcanzarse sin un cambio de rumbo” en la eficiencia energética.