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Padre ausente madre sobreprotectora
La madre devoradora del padre ausente
Dios y el hombreSer hijo de padres sobreprotectores puede ser un calvario brutal que afecta no sólo al desarrollo temprano sino a nuestro comportamiento, hábitos y neurosis en la edad adulta. El término “padres sobreprotectores” puede abarcar una gran variedad de experiencias: desde los padres controladores de la variedad de jardín que buscaban hacer cumplir su toque de queda hasta los padres narcisistas que se “enredan” con sus hijos de manera disfuncional. Algunos niños pueden haber sido abusados, maltratados, sometidos constantemente a vigilancia y haber vivido en un “panóptico” perpetuo en su entorno infantil, mientras que otros pueden haber tenido un mayor margen de libertad.
1. Cuando alguien intenta controlarlos, se rebelan. ¿La mejor manera de incomodar a alguien que tuvo padres sobreprotectores? Tratar de obligarles a hacer algo en lugar de dejarles hacer lo que quieren en sus propios términos. Los hijos de padres sobreprotectores tienen problemas con el concepto de “control” cuando son adultos. Desprecian perder el control, pero también les molesta ser controlados.
Por qué las madres controlan a sus hijos
En el mundo actual es demasiado común que los niños crezcan con padres ausentes. Aunque esto es lamentable y debería evitarse en la medida de lo posible, es, hasta cierto punto, inevitable. Este tipo de situaciones pueden darse de varias maneras. Por supuesto, es posible que los niños crezcan sin padre debido a la muerte de éste. Situaciones como ésta, aunque terriblemente trágicas, no serán el centro de atención de este artículo. Más bien, este artículo se centrará en las situaciones en las que el padre está vivo pero, por la razón que sea, no vive con sus hijos.
En situaciones como ésta, es perfectamente natural que los niños tengan preguntas. Los niños son curiosos por naturaleza, y tendrán especial curiosidad por saber por qué su padre no está presente en su vida. Tanto si eres su madre como si tienes otra relación con los niños, que te hagan estas preguntas puede ser una experiencia incómoda y dolorosa. A pesar de ello, es absolutamente necesario que te comprometas con los niños y respondas a sus preguntas de la manera más honesta y directa posible. Lo contrario suele empeorar las cosas. Por lo tanto, es importante que reconozca la inevitabilidad de estas preguntas y se prepare para responderlas lo mejor posible.
Padre ausente narcisista
Skip to main content 3 de diciembre de 2021La señora Meyers creció con un padre físicamente presente pero emocionalmente ausente. Ella adormeció su dolor con comida y antidepresivos.¿Qué le pasa a una hija si su padre no la quiere?Annie Spratt via UnsplashCrecer sin un padre da forma a lo que eresTardé seis décadas, pero finalmente puedo decir una gran verdad que me causó una tremenda vergüenza y tristeza: Mi padre no me quería. Nunca hablé de ese profundo y oscuro secreto, pero siempre estuvo supurando dentro de mí. Se manifestó de muchas maneras a lo largo de mi vida, mientras luchaba contra una obsesión por la comida, la baja autoestima, la ansiedad social y la depresión.Tanto si un padre estaba presente pero lo rechazaba como el mío, como si se alejaba por completo de sus deberes paternos, su ausencia deja una huella indeleble en la psique de una hija cuando llega a la edad adulta. ¿Qué dicen los estudios sobre las mujeres que crecieron con padres que no las querían, hijas que nunca fueron la niña de papá?
Crecer con un padre débil
Hubo un tiempo en el que los padres no pertenecían a la sala de partos. La sabiduría convencional de los años 50 sostenía que la presencia del padre no sólo era una distracción, sino una fuente potencial de infección en un entorno por lo demás estéril. Hoy en día, por supuesto, estas actitudes han cambiado y los padres se consideran una fuente de apoyo y comodidad en el nacimiento de un niño. Sin embargo, los resultados recientes del CFRP sugieren que, después de todo, para los padres no casados puede existir una conexión entre la salud del niño y la asistencia del padre al parto, aunque una conexión muy diferente de la que se temía en el pasado. Los nuevos datos recogidos muestran que la ausencia del padre en este acontecimiento clave, aunque no sea directamente perjudicial, puede ser un presagio de complicaciones de salud tempranas para el recién nacido. Estos resultados indican que la asistencia del padre es más que un mero gesto de apoyo y compromiso: es una ventana a la salud y el bienestar de la madre y el niño, y una oportunidad para las políticas sanitarias que podrían anticipar y contrarrestar los resultados adversos para la salud de los recién nacidos.