España no es una democracia

¿es españa una democracia?

Con un estancamiento político tras un periodo de escándalos e intentos de secesión, España cae en el rango medio-alto (puesto 16) respecto a la calidad de la democracia. Su puntuación en esta medida ha mejorado en 0,3 puntos respecto a 2014.

El Tribunal Supremo declaró a nueve líderes separatistas catalanes culpables de sedición, condenándolos a entre nueve y 13 años de prisión. No podrán ejercer cargos públicos durante distintos periodos de tiempo. La gran población de expatriados tiene dificultades para votar debido a los complicados procedimientos. El mercado de los medios de comunicación está dominado por sólo tres grupos mediáticos, y la preocupación por la información falsa va en aumento.

Los partidos reciben financiación pública y privada. Los miembros de la Oficina de Auditoría que supervisa el gasto son nombrados por los propios partidos. En general se respetan los derechos civiles y las libertades políticas. Las leyes contra la discriminación son estrictas, y la discriminación explícita es poco frecuente, aunque el auge del movimiento populista Vox ha dado lugar a una retórica más fuerte en materia de inmigración y grupos minoritarios.

Qué tipo de gobierno tiene españa

La política de España se desarrolla en el marco establecido por la Constitución de 1978. España se constituye como un país soberano social y democrático[1] en el que la soberanía nacional reside en el pueblo, del que emanan los poderes del Estado[1].

La forma de gobierno en España es una monarquía parlamentaria,[1] es decir, una monarquía constitucional social y democrática representativa en la que el monarca es el jefe del Estado, mientras que el presidente del Gobierno -cuyo título oficial es “Presidente del Gobierno”- es el jefe de gobierno. El poder ejecutivo lo ejerce el Gobierno, que está integrado por el primer ministro, los vicepresidentes del gobierno y otros ministros, que colectivamente forman el Gabinete o Consejo de Ministros. El poder legislativo corresponde a las Cortes Generales, un parlamento bicameral constituido por el Congreso de los Diputados y el Senado. El poder judicial es independiente del ejecutivo y del legislativo, administrando justicia en nombre del Rey por medio de jueces y magistrados. El Tribunal Supremo de España es el más alto tribunal de la nación, con jurisdicción en todos los territorios españoles, superior a todos en todos los asuntos excepto los constitucionales, que son competencia de un tribunal distinto, el Tribunal Constitucional.

Qué tipo de gobierno tiene españa 2020

Manifestantes en Madrid ondean banderas españolas durante una manifestación contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en febrero. A medida que se acercan las elecciones del 10 de noviembre, los españoles se muestran mayoritariamente pesimistas e insatisfechos con la democracia del país. (Pablo Blazquez Dominguez/Getty Images)

Los españoles acuden a las urnas el domingo para celebrar las cuartas elecciones en otros tantos años. Las elecciones llegan en un momento en que los españoles son especialmente pesimistas, albergan fuertes dudas sobre la democracia y están preocupados por la desigualdad, el futuro económico de sus hijos y la disponibilidad de empleos bien remunerados. Sin embargo, el sentimiento general sobre la economía ha repuntado en los últimos años y es el más positivo en más de una década.

1La mayoría de los españoles están descontentos con el estado de la economía de su país, pero menos que en el pasado. Aproximadamente cuatro de cada diez (42%) dicen que piensan que la situación económica de España es al menos algo buena, mientras que una mayoría (57%) dice que es mala. Esto supone una mejora con respecto al año pasado, y también representa una mejora sustancial desde 2013, cuando el porcentaje que pensaba que la economía española era buena era solo del 4%. También muestra que el optimismo de los españoles sobre la economía está recuperando los niveles anteriores a la recesión.

¿es españa una democracia o una dictadura?

España está gobernada por un partido que ha sido declarado culpable de corrupción sistemática. Si la sociedad tolera estos comportamientos, puede aceptar todo tipo de cosas. Sin embargo, esto no debería ocurrir en un país democrático y es una prueba de que el sistema es corrupto.

Hace unos años, este sistema sociopolítico corrupto inició un proceso fundamentalmente antidemocrático, con una petición “contra los catalanes”, y la causa del Tribunal Constitucional contra el Estatuto, ambos diseñados para atacar al gobierno catalán de entonces. Esta estrategia ideológicamente motivada causó frustración y daño a la sociedad catalana, en primera instancia. Posteriormente se le negó cualquier alternativa, lo que nos lleva a donde estamos hoy. El Estado español y sus partidos políticos no tenían nada que ofrecer a Cataluña, siendo el movimiento independentista la única alternativa para la sociedad.

Esta anomalía democrática, la continuidad del gobierno de Rajoy -a pesar de la evidencia de su corrupción- con el apoyo del PSOE en el mantenimiento de sus políticas dirigidas a Cataluña, sólo es posible porque interesa a los poderes del Estado. Es evidente en la actuación directa de los poderes económicos -el boicot a la estructura financiera catalana es una operación política estrechamente coordinada- y a través del control de los medios de comunicación españoles, sus periódicos y televisiones con sede en Madrid, en particular. La asombrosa similitud entre los titulares de la prensa escrita y de los telediarios sólo puede explicarse porque siguen una instrucción precisa: “No hay que dar tregua a los catalanes”.