Frases de politicos corruptos españoles

historia de la corrupción

1GIPEyOP, Departamento de Economía Aplicada, Universitat de Valencia, Valencia, España.2GIPEyOP, Departamento de Derecho Constitucional, Ciencias Políticas y de la Administración, Universitat de Valencia, Valencia, España.

Un número importante de electores europeos está dando la espalda a los partidos tradicionales. Los sistemas de partidos europeos están siendo desafiados por un número creciente de (nuevos) partidos radicales, que desafían la alternancia cristiano-socialdemócrata que ha dominado los países de Europa Occidental durante décadas. En España se produjo un terremoto político tras las elecciones al Parlamento Europeo de 2014. En el contexto de la peor crisis económica mundial de los últimos 80 años (que en España es también una crisis social, política e institucional), un partido llamado Podemos obtuvo el 7,9% de los votos y cinco eurodiputados, alterando significativamente el equilibrio tradicional del sistema de partidos español. Este trabajo estudia las causas del apoyo recibido por Podemos en las elecciones al PE de 2014, disecciona su estrategia política y analiza las características del electorado que hicieron posible el nacimiento de este nuevo partido. El análisis, que se ilustra con los microdatos de doce encuestas, desvela el programa político de Podemos.

funcionarios españoles corruptos en filipinas

El 13 de octubre, el Gobierno español presentó en el Parlamento un proyecto de ley con un objetivo principal: reducir las mayorías parlamentarias para nombrar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. Su propósito es superar un bloqueo político en la renovación de sus miembros, que ya dura dos años. Pero el intento del gobierno, en cierto modo torpe, ha sido rápidamente comparado con las maniobras para controlar el poder judicial en Polonia y Hungría. Sin embargo, este proyecto de ley y esas críticas exageradas ocultan una realidad mucho más relevante y, sobre todo, más triste.

Hace tiempo que muchas voces denuncian que la justicia española no es realmente independiente, al menos en sus altos tribunales. Los medios de comunicación españoles lo ponen constantemente de manifiesto, normalmente señalando a los jueces como “progresistas” o “conservadores”, sin indicar simplemente una tendencia ideológica, sino más bien pretendiendo subrayar una dependencia política incompatible con la función judicial. Muy recientemente, el 21 de septiembre de 2020, Luis Navajas Ramos, Fiscal del Tribunal Supremo, hizo declaraciones públicas refiriéndose a los fiscales exactamente de la misma manera, confirmando la sospecha. Dichas sospechas también se ven refrendadas a través de dos informes. Uno del GRECO (Grupo de Estados contra la Corrupción) del Consejo de Europa, y otro de la Comisión Europea.

la mayor corrupción de la historia

A lo largo del tiempo, la corrupción se ha definido de forma diferente. Por ejemplo, en un contexto simple, mientras se realiza un trabajo para un gobierno o como representante, no es ético aceptar un regalo. Cualquier regalo gratuito podría interpretarse como una estratagema para atraer al receptor hacia algunos prejuicios. En la mayoría de los casos, el regalo se ve como una intención de buscar ciertos favores, como un ascenso laboral, una propina para conseguir un contrato, un puesto de trabajo o la exención de ciertas tareas en el caso de que el trabajador subalterno entregue el regalo a un empleado superior que puede ser clave para conseguir el favor[2].

Algunas formas de corrupción -que ahora se denominan “corrupción institucional”[3]- se distinguen del soborno y de otros tipos de beneficio personal evidente. Un problema similar de corrupción surge en cualquier institución que depende del apoyo financiero de personas que tienen intereses que pueden entrar en conflicto con el objetivo principal de la institución.

La tercera dimensión es el quid pro quo. La corrupción es siempre un intercambio entre dos o más personas/partes en el que las personas/partes poseen bienes económicos, y la otra persona/partes poseen un poder transferido para ser utilizado, según reglas y normas fijas, hacia un bien común. En cuarto lugar, también hay diferentes niveles de percepción social de la corrupción. Heidenheimer divide la corrupción en tres categorías. La primera categoría se denomina corrupción blanca; este nivel de corrupción se ve mayoritariamente con tolerancia e incluso puede ser lícito y legítimo; suele basarse en los lazos familiares y en los sistemas cliente-patrón. El tipo de corrupción que suele darse en los Estados constitucionales o en los Estados en transición hacia una sociedad más democrática se denomina corrupción gris y se considera censurable según las normas morales de la sociedad, pero las personas implicadas siguen careciendo en su mayoría de la sensación de haber hecho algo malo. La tercera categoría, la corrupción negra, es tan grave que viola las normas y leyes de una sociedad. La última dimensión se denomina “política en la sombra”; se trata de una parte del proceso político informal que va más allá de los acuerdos políticos informales legítimos y se convierte en un comportamiento que se oculta a propósito. [5]

la corrupción policial en españa

Luis Gómez Romero no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

El mandato afirmativo (obedecer) venía con una negación incorporada (no cumplir), lo que socavaba el estado de derecho. Para las colonias españolas como México, eso significó tres siglos de justicia aplicada caprichosamente, lo que permitió que floreciera la corrupción. Históricamente, pues, la malversación pública institucionalizada es una noticia bastante vieja en México.

Y sin embargo, desde cualquier punto de vista, la corrupción en México ha alcanzado nuevos y asombrosos niveles este año. En los últimos cinco meses, tres gobernadores estatales han sido arrestados en el extranjero mientras intentaban escapar de la justicia, y once de los 32 gobernadores del país están siendo investigados o luchando contra un proceso judicial por corrupción.

Hoy en día, casi el 90% de los mexicanos ven al gobierno estatal y federal como profundamente corrupto, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México. Los ciudadanos consideran que la corrupción es el segundo problema más importante al que se enfrenta el país, después de la delincuencia y la violencia.