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Delegado de protección de datos obligatorio
5 responsabilidades clave de un delegado de protección de datos
En las instituciones y organismos de la UE, el Reglamento de Protección de Datos GDPR obliga a las empresas públicas que controlan a las personas o procesan datos sensibles a contar con un responsable de protección de datos (DPO). El papel del responsable de la protección de datos es de creciente interés también en los Estados Unidos, con la legislación de las nuevas leyes de privacidad.
a¿Qué es un DPO? La función principal del responsable de la protección de datos o DPO es gestionar el programa de protección de datos de la organización. En la UE, según el GDPR, un DPO es responsable de asesorar a la entidad que lo designa para que cumpla con el GDPR y otras leyes aplicables. El responsable de la protección de datos se asegura de que la organización procese los datos personales de su personal, clientes, proveedores o sujetos de datos en cumplimiento de las normas de protección de datos aplicables. Las empresas multinacionales a menudo tienen más de un RPD, nombrando a un RPD específico que está familiarizado con los matices regionales de la ley de protección de datos y puede trabajar directamente con las autoridades de protección de datos (APD) de la región.
salario del responsable de la protección de datos
Desde la entrada en vigor del GDPR, el 25 de mayo de 2018, existe por primera vez la obligación en toda Europa de nombrar un Delegado de Protección de Datos (DPO). El concepto de DPO es un aspecto importante del GDPR. Puede facilitar el cumplimiento del GDPR y representar una ventaja competitiva para la empresa debido a su experiencia. Los RPD externos cooperan tanto con las empresas como con las autoridades públicas y contribuyen así a la protección y realización de los derechos fundamentales. Los DPO externos cualificados ayudan a las organizaciones a mitigar los riesgos asociados a las violaciones de datos. Esto incluye, por ejemplo, una posible pérdida de imagen y cargas financieras. Además, los RPD externos refuerzan la confianza de los clientes y empleados en la recogida y el tratamiento de datos de la empresa correspondiente. Esta confianza es la base para el desempeño sostenible de las actividades y la necesaria cualificación del RPD externo. También es relevante que la actividad del RPD externo sea muy transparente y comprensible.
formación del responsable de la protección de datos
La función principal del delegado de protección de datos (RPD) es garantizar que su organización procese los datos personales de su personal, clientes, proveedores o cualquier otra persona (también denominados sujetos de datos) en cumplimiento de las normas de protección de datos aplicables. En las instituciones y organismos de la UE, el Reglamento de Protección de Datos aplicable (Reglamento (UE) 2018/1725) les obliga a cada uno a nombrar un RPD. El Reglamento (UE) 2016/679, que obliga a algunas organizaciones de los países de la UE a designar un RPD, será aplicable a partir del 25 de mayo de 2018.
El nombramiento de un RPD debe basarse, por supuesto, en sus cualidades personales y profesionales, pero debe prestarse especial atención a sus conocimientos especializados en materia de protección de datos. También se recomienda un buen conocimiento del funcionamiento de la organización.
El RPD es parte integrante de la organización, por lo que está en una posición ideal para garantizar el cumplimiento de la normativa. No obstante, el RPD debe ser capaz de desempeñar sus funciones de forma independiente. En las instituciones y organismos de la UE hay una serie de garantías que aseguran esta independencia:
responsabilidades del responsable de la protección de datos
Los grupos y empresas tienen dos posibilidades para cumplir con su obligación de nombrar un responsable de la protección de datos. O bien nombran a un empleado como responsable de la protección de datos interno, o bien nombran a un responsable de la protección de datos externo. Al seleccionar a esta persona, deben asegurarse de que un responsable de protección de datos interno no esté sujeto a un conflicto de intereses debido a su trabajo en el departamento de informática, el departamento de recursos humanos o la alta dirección, donde tendría que supervisarse a sí mismo. Independientemente de la opción elegida, un responsable de la protección de datos debe aportar conocimientos profesionales especializados en materia de legislación sobre protección de datos y seguridad informática, cuyo alcance dependerá de la complejidad del tratamiento de datos y del tamaño de la empresa.